miércoles, 21 de abril de 2010


LA CUEVA DEL VENADO

El sitio La Cueva del Venado se encuentra dentro de la jurisdicción del Municipio de Agua Blanca, Jutiapa, a poca distancia del sitio Siete Manos, así como del sitio La Cueva Del Diablo, que como se manifestara con anterioridad presentan ciertas características que los hacen compartir cierta temporalidad con la cultura de los grandes cazadores.

El pictograma (1.35 m. de largo x o.35 m. de alto) se localiza en lo alto del Cero El Chaguitillo, justo en la entrada de una cueva de regulares dimensiones. Al pie del cerro se encuentra la Laguna de Obrajuelo, de la que se asume que quienes realizaron el pictograma pudieron haberse beneficiado de la variedad de mariscos que de ella pueden obtenerse aun hoy día.

La vista que se tiene desde la altura a la que se encuentra la pintura es estratégica, desde ella se podría observar cualquier tipo de fauna que se aproximara a abrevar a laguna, así como de cualquier otro grupo extraño que se aproximase al área.

Del pictograma se puede decir que: responde a una gama en estampida, esto se infiere al observar sus extremidades delanteras flexionadas hacia atrás así como la cola erecta y no presenta astas; el mismo pudo haber funcionado como indicativo de la abundante existencia de la especie en la localidad. Al respecto de la especie, se considera que no corresponde al venado que existe hoy día en Guatemala (Cariacus Virginianus) o venado cola blanca, dado el caso que el pictograma presenta muchas pintas en el cuerpo propias del ciervo asiático (Axis axis), conocido en nuestro medio como Chital, el cual pudo haber existido en nuestro medio en un pasado remoto.

Otra característica de la pintura que induce a considerar que se trata de una gama, es que en el vientre de la misma puede apreciarse la figura de un cervato no nato, lo que también pudo haber sido un indicativo de que el área era un lugar donde las hembras de tal especie solían dar a luz.

No obstante la anterior observación, se podría interpretar que la representación del cervato en el vientre, así como la vulva sobre dimensionada denotara el culto a la fertilidad.

Contrariamente a esta obserabación, Stone piensa que son los testículos de un venado macho “basado en el estilo fluido del dibujo y la segmentación del venado, casi como un glifo, la pintura parece ser clásica tardía maya”. Afirmación echa con base a la apreciación de Graham y Heizer (1868) quienes visitaron el sitio arqueológico Papalhuapa que se encuentra a poca distancia de la pintura en cuestión a la cual se le dio la misma temporalidad.

A una distancia más próxima de la pintura existe un sitio arqueológico no registrado, el cual por factor tiempo no fue posible documentarlo, el mismo se encuentra en las riveras de la laguna.

Como última observación se indica que al pie del cerro se encuentra una considerable cantidad de lascas de obsidiana, las que no se sabe sí asociarlas a la pintura o bien al sitio arqueológico.

SIETE MANOS

En el Municipio de Santa Catarina Mita, Departamento de Jutiapa, Aldea Las Lajas, se encuentra el sitio de arte rupestre que como su nombre lo indica, presenta siete manos. De las cuales solamente una es lo suficientemente distinguible, las otras seis manos izquierdas de color rojo están cubiertas por micro flora.

Las improntas se encuentran en la pared de un abrigo rocoso de material basáltico de aproximadamente doce metros de largo por seis de alto, del cual en uno de sus extremos se encuentra una cueva, la cual para poder ingresar hay que hacerlo de rodillas.

A veinticinco metros de distancia de las pinturas se encuentra un ojo de agua y el un cause por el que corre agua durante la época lluviosa, dualidad constante de toda pictografía.

En el entorno del mismo se encuentran infinidad de lascas de obsidiana, provenientes tanto de la cantera de Ixtepeque así como del Chayal.

Como característica especial, esta pintura se encuentra a tan sólo dos kilómetros de distancia del sitio paleontológico Las Lajas, del cual con anterioridad se tenía conocimiento de la existencia de restos de un proboscidio. Un poco más retirados, pero a una distancia no mayor de 75 kilómetros, se encuentran otros tres sitios paleontológicos: El Rosario-Ipala y Songotongo (Ericastilla Godoy y García García 1994) y el sitio Ostúa, del que se recuperara una pieza dental de Caballo Americano.

Por lo anteriormente referido no deja de considerarse la posibilidad de que se trate de un sitio correspondiente al periodo paleoindio. De ser como se ha postulado, que las improntas de manos es un indicativo de posesión o pertenencia, también sería procedente el considerar que para ese momento ya se tenía el concepto de propiedad. No está de más el hacer mención que el sitio no había sido reportado con anterioridad.


LA PEÑA PINTADA

El sitio La Peña Pintada se encuentra ubicado en el Departamento de Jalapa, aproximadamente a un Km. del balneario Los Chorros en el Municipio de San Pedro Pínula.

Es un sitio que se caracteriza por tener una sola y enigmática pintura, la cual mide aproximadamente 50 cm. en circunferencia y se encuentra a una elevación de cuatro metros sobre la superficie.

El pictograma se ubica dentro de un pequeño nicho de material calizo y conserva la dualidad constante de pictograma y manto de agua, siendo el río Jalapa el que conforma la dualidad, pictograma-manto de agua, dado el caso que este se encuentra a tan sólo diez metros de distancia del pictograma.

En opinión de Stone, el enigmático pictograma responde al período clásico tardío maya; pero dado el caso de encontrarse en el Oriente de Guatemala, sería más probable el ubicarlo para Período Posclásico, cuando se hizo presente la influencia de México central en el altiplano Guatemalteco.

Stone indica: que la cabeza responde a la del dios viejo, al que se identifica por su falta de dientes y su nariz bulbosa, la cual emerge de un disco que carga en la espalda y que presenta la cruz K’an. De ser cual parece, estaríamos ante la representación del Dios Ñ, del panteón Maya.

A la vez pareciera tratarse de la representación de un escorpión. Bruce Love (1994: 95-98) lo asociaría a la constelación Géminis

Dado el caso que no se tiene conocimiento de la existencia de algún sitio arqueológico en las inmediaciones, se asume que el mismo funciono en un remoto pasado como un lugar de peregrinaje.


Proyecto de Registro de Arte Rupestre en Guatemala, 1997

El Proyecto que titula esta sección fue dirigido por Andrea Stone de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee y Sergio Ericastilla, ex subjefe del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala.

El proyecto inicialmente conto con un listado preliminar de veinticuatro sitios, de los cuales fueron elegidos dieciséis, de estos solamente fue factible la documentación de 9 de ellos. Tres habían sido publicados con anterioridad: La Piedra de Ayarza (Ricketson 1936), Chutinamit (Lothop 1933), La Peña Pintada (Ichon 1988), y La Casa de las golondrinas (Robinson 1994), este ultimo en su momento reportado pero no publicado.

Los petrograbados así como los pictogramas se encuentran diseminados a todo lo largo y ancho del territorio guatemalteco, como se puede apreciar en el plano (ver arriba).